miércoles, 17 de septiembre de 2008

Sueños no consumados


Entrar en tu mundo como un meteorito. Impulsivo, ardiendo en llamas. Buscar remanso en tu aroma a lluvia. Y beber de ti, de tus labios, el dulce sabor de tu amor... de tus ganas de mi.
Quiero quitarte la ropa, desnudarte bien, sentir el tibio roce de tu piel y desgarrar las ideas que te hacen huir de mi cada vez que estamos juntos. Quiero que te olvides por un momento que en está oración, "tu y yo" se conjuga en presente. Y que nuestro futuro, se vuelve participio de "duele".
Tengo la ilusión de que hoy por fin me besarás, y que entonces podré dejar de soñarte entre mis brazos. Que después de que me beses vas a pedirme que te recorra toda, y que tu y yo terminaremos en tu cama o en la mía, dejando correr los minutos hasta que nuestros cuerpos se transformen en una amalgama que sea inseparable, al menos un instante. Que vas a pedirme que no te de la espalda, que no suelte tu mano, que no deje de mirarte. Desearás que busquemos la manera de mezclarnos aunque, al final, resulté imposible como agua y aceite.
Pero eso será, otro día... será el día en que te decidas a mirarte en mis ojos y veas que todo esto de nosotros, no es más que un momento perfecto; un destello de luz en las noches de soledad. De esa soledad tan tuya y mía, de esa soledad que nadie ha podido disolver. La soledad a la que, después de verme en tus ojos, me da miedo volver.

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