sábado, 13 de septiembre de 2008

Un funeral para las 12:15 am, por favor



Se me quiebra la voz. No hay otra explicación que tu falta de atención. La falta de cuidado que le has dado a mi corazón. Ya no aguanto la cabeza. Te pienso, te sueño, me imagino junto a ti... y de nada me ha valido pasarme una noche en vela planeando cosas para dos, si al final las palabras de los mayores tienen mayor peso que el amor.

Y quiero irme, lo juro por este Dios que no me ama, o que me ha dado la espalda sin mayor explicación. No quiero sonar sacrílego, pero a esto me han sabido los ultimos seis días en que todo ha venido a menos, de penas controladas a lágrimas derramadas en la ventana de un camión. De sabor salado que me he tenido que pasar en soledad, porque ni siquiera el día en que se suponía debía verte, ni siquiera ese día he podido tenerte.

Y ya estoy harto, asqueado en verdad, de esta vida tan culera que en pequeñas dosis me ha dejado claro que no es parte de su plan verme feliz. Ya no quiero seguir perdiendo, juro que no. Quiero encontrarte, corazón amante, que me quieras y me valores. Que hagas justo lo que yo haría por ti. ¿O es acaso que el amor no existe? ¿Acaso la felicidad es un cuento chino, como tantos de la niñez?

Quisiera, de verdad, dejar de sentir, volverme "menos pendejo" como diría mi padre. Ser "más malicioso" estaría bien según mamá. Pero ¿y el amor?... me parece que es tiempo de darle tambien yo la espalda al corazón... porque de nada me ha servido tener como mío este corazón defectuoso que se enamora y no entiende aunque salga lastimado... este corazón que sueña y cree que es amado... este corazón, de verdad, debería ser balaceado. Aún así, seguiría latiendo, pues al dolor ya lo tengo acostumbrado.

Las luces, sería mejor apagarlas.

No hay comentarios: